Por la promotora cultural Máyuly Fernández Acosta
Hay héroes que, aunque vivieron en épocas diferentes, sus objetivos de lucha los unen en el devenir histórico de muchos pueblos. Un ejemplo fehaciente es la relación entre José Martí y Rubén Martínez Villena. Ambos profesaron un desmedido amor patrio matizado por un ferviente sentimiento antimperialista y un sentido de justicia: ambos estudiaron Derecho.
Máximo Gómez, amigo y compañero de lucha de nuestro Apóstol, cuando subió a un tren se impresionó de la mirada de un niño de tres años acompañado de su padre. Fue tanta la emoción que le profirió lo siguiente: “Tu vida tendrá luz plena de mediodía”. El pequeño elogiado fue el autor de La Pupila Insomne.
En 1923, cuando se celebraba el setenta aniversario del nacimiento del Héroe Nacional de Cuba, Villena se estrenó como líder revolucionario, pues el 18 de marzo del citado año, encabezó la célebre Protesta de los Trece. No obstante, el primero de abril de 1923 participa en la fundación de la Falange de Acción Cubana.
Exactamente diez años después, en 1933 organizó y dirigió la Huelga General que derrocó al dictador Gerardo Machado el 12 de agosto, bautizado por Villena como el “asno con garras”, mote que acompañó al expresidente por el resto de sus días.
Fidel Castro Ruz, en el discurso por el vigésimo aniversario del asalto al cuartel Moncada, recordó a Villena cuando el autor del Sainete Póstumo expresó: “Hace falta una carga para matar bribones… para cumplir el sueño de mármol de Martí…”. Después que el Comandante en Jefe terminara la cita, expresó: “Desde aquí le decimos, Rubén: el 26 de julio fue la carga que tú pedías”.
Nuestra biblioteca se siente congratulada de llamarse Rubén Martínez Villena y de tener a su vez como Aula Museo a pioneros de la escuela primaria José Martí. En el presente mes se conmemoran dos fechas en la biografía de ambos héroes: 16 el aniversario 89 de la muerte de Villena y el próximo 28, el 170 del nacimiento de Martí.
