Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
Su estatua, nacida de las manos y el empeño muy profesional de los escultores José Villa Soberón y de su ayudante, Gabriel Cisneros Báez, está emplazada a la entrada del Palacio de los Capitanes Generales y nos recuerda aquellos pasos de Eusebio Leal que han dejado huellas sociales, históricas y emocionales en el corazón de su amada Habana, que nunca lo olvidará y de la mano de padres, maestros, bibliotecarios, historiadores, traerá a las nuevas generaciones para que conozcan de su vida y de su obra que constituyen un hito por cuya ausencia las campanas siempre doblarán.