Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
Cantos para arrullar y alegrar a los pequeñines
Cantos infantiles cubanos es un repertorio que viene del pasado de nuestra infancia y nos toma de la mano y nos vuelve niños otra vez para tomar de la mano a los pequeños del hogar y volver a cantar y arrullar como antes hicieron con nosotros nuestros padres y abuelos.
Son cantos para dormir, también para jugar y reír y para enseñar a cantar en familia. HAY Romances, canciones, rondas, arrullos y nanas.
Una de las compositoras que se ha dedicado a la formación de una vasta obra para la infancia es María Álvarez Ríos,nació en Tuinicú, actual provincia de Sancti Spíritus, el 5 de junio de 1919 y falleció en La Habana el 6 de diciembre de 2010, dejando entre los que la conocimos el recuerdo tierno y estimulante de cuanto hizo por la pedagogía, la música y por la felicidad de tantas infancias pasadas y aun por venir. La cual es poseedora de una solida formación musical.
En su extenso repertorio se evidencia la huella que dejó el romance dentro de su acervo cultural, a la vez que plantea el rescate de la tradición de los mismos al escribir rondas y juegos cantados que tienen en cuenta las características de la línea melódica de esas viejas melodías de origen hispánico y se propuso promover esta idea a través del repertorio que dedicó a los distintos niveles de enseñanza de nuestro país. Al establecerse en La Habana desarrolló una intensa actividad como profesora, autora de partituras para la escena y canciones infantiles, además de musicalizar textos de José Martí, Nicolás Guillén y Félix Pita Rodríguez.
Una de sus obras más queridas fue la fundación del taller de creación infantil Meñique que reunía a las niñas y niños en el Parque Lenin.
María merece ser recordada, admirada y seguida, en primer lugar, en su condición de educadora del vivir en paz entre los seres humanos y con la naturaleza.
LIBRURAS quiere adelantarle a tus recuerdos unos pedacitos:
(Arrullo):
Las torticas
de manteca
para mamá
que te da la teta.
(Nana):
Duérmete, mi niño (a),
duérmete, mi amor,
duérmete, pedazo
de mi corazón.
En la foto, nuestro especialista del Programa Nacional por la Lectura habla a los escolares sobre la vida y obra de María Álvarez Ríos.